martes, 4 de octubre de 2016

capitulo 17

Después de ese encuentro se siguieron viendo varias veces todos los días. A veces María iba al taller de Juan Pablo; para él la única garantía de amor era la unión física. En algunos encuentros con María, Pablo la agarraba por los brazos y la apretaba fuertemente lastimándola, pero otros días su aptitud con ella era totalmente amorosa y positiva. En uno de sus encuentros violentos Pablo llego a tal extremo de llegar a gritarle “PUTA”, por lo cual ella se pasmó y se puso a llorar; él, arrepentido, corrió a pedirle perdón, lloró suplicándole y exclamando ser un monstruo cruel. Apenas María se calmo comenzó a sonreír, cosa que a Pablo le pareció sospechoso ya que cualquier mujer a la que le digan eso no se pondría contenta aun después de que le pidieran perdón. Estas escenas se repetían varias veces y entonces ellos decidían salir a dar una vuelta. 

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